
Cada 1 de mayo, Día Internacional del Trabajador, es un momento clave para reflexionar sobre los avances, desafíos y oportunidades del empleo en el país. En 2025, la situación laboral en Perú presenta luces y sombras: mientras algunos indicadores reflejan mejoras sostenidas, otros como la informalidad y la desigualdad de género siguen representando retos estructurales.
Este análisis busca ofrecer una visión clara, informada y útil para quienes trabajan en talento humano, educación ejecutiva o simplemente buscan comprender el panorama actual del empleo en Perú.
3 datos clave para entender la situación laboral en Perú
1. La población ocupada crece, pero con informalidad persistente
- A marzo de 2024, más de 17.3 millones de personas estaban ocupadas en Perú, un aumento del 0.8% respecto al año anterior (MTPE).
- Sin embargo, el 71% de estas personas se encuentran en empleos informales. En mujeres, la informalidad alcanza un preocupante 73.4% y en hombres, 69.3% (Gob.pe).
- Esta situación limita el acceso a beneficios laborales, seguridad social y estabilidad económica.
2. La tasa de empleo se mantiene estable
- La tasa de empleo (relación entre personas ocupadas y población en edad de trabajar) fue de 66.3% en 2023.
- Esto significa que dos de cada tres personas con edad de trabajar tienen alguna actividad económica. Sin embargo, una parte importante lo hace sin contrato, sin beneficios o en condiciones precarias.
3. El desempleo afecta más a las mujeres
- En 2024, la tasa de desempleo nacional se ubicó en 5.6%, cifra baja en comparación regional.
- Pero la brecha de género se evidencia: el desempleo entre mujeres fue de 6.6% frente al 4.7% en hombres.
- Las causas incluyen menor acceso a puestos directivos, cargas de cuidado no remunerado y mayor participación en sectores vulnerables.

¿Qué sectores concentran más trabajadores en el país?
Servicios, comercio y actividades primarias
Según cifras del INEI:
- Sector servicios: 42% de la población ocupada.
- Sectores primarios (agricultura, pesca, minería): 24%.
- Comercio: 19% del total.
Estos tres sectores concentran más del 85% del empleo nacional, pero con realidades muy distintas:
En servicios:
- Hay mayor presencia femenina, pero también alta informalidad.
- Muchos roles están vinculados al trabajo independiente o tercerizado.
En sectores primarios:
- El empleo rural representa una parte importante del total.
- Se caracteriza por baja productividad, alta rotación y escasa cobertura social.
En comercio:
- Hay una creciente participación de jóvenes, sobre todo en canales digitales.
- Las ventas por redes sociales y marketplaces han transformado los esquemas tradicionales.
¿Cómo impacta la brecha de género en el empleo?
Diferencias en ingresos, acceso y estabilidad
- En 2023, el ingreso promedio de las mujeres fue de S/ 1.405 mensuales, mientras que el de los hombres alcanzó S/ 1.874.
- Esto representa una brecha salarial de género cercana al 25% (Gob.pe).
Sectores donde la brecha es más visible:
- Tecnología y finanzas.
- Educación superior y ciencia.
- Cargos gerenciales y de dirección.
Avances normativos y retos pendientes:
- El Perú cuenta con la Ley N.º 30709 que prohíbe la discriminación salarial.
- Pero aún falta mayor fiscalización, mecanismos efectivos de denuncia y políticas de conciliación entre trabajo y cuidado.
Informalidad: ¿por qué sigue siendo el mayor reto del mercado laboral?
Magnitud del problema:
- Más de 7 de cada 10 trabajadores están en el sector informal.
- Esto equivale a más de 12 millones de personas sin acceso a derechos laborales.
Causas estructurales:
- Burocracia en la formalización de microempresas.
- Costos laborales elevados.
- Escasa cultura tributaria.
- Falta de incentivos fiscales para la formalización.
Consecuencias:
- Baja recaudación tributaria.
- Alta rotación y baja productividad.
- Vulnerabilidad frente a crisis económicas o sanitarias.

¿Qué oportunidades existen para mejorar la empleabilidad en Perú?
Formación técnica y educación continua
- Según el MTPE, 6 de cada 10 empleos requieren competencias técnicas más que universitarias.
- La formación para el trabajo debe alinearse con las necesidades del mercado, en sectores como logística, agroindustria, tecnologías de la información y salud.
Digitalización e inclusión financiera
- El crecimiento de plataformas de pago, e-commerce y teletrabajo abre nuevas opciones laborales.
- Pero también exige habilidades digitales, alfabetización financiera y conectividad.
Fortalecimiento de las políticas públicas
- Promoción de empleo juvenil, programas de empleabilidad femenina y subsidios a la formalización pueden marcar una diferencia.
- Iniciativas como “Impulsa Perú” o “ProEmpleo” deben recibir más presupuesto y seguimiento.
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Conclusión
El panorama laboral en Perú para 2025 combina avances importantes con desafíos persistentes. Aunque el desempleo sigue bajo y la población ocupada crece, la alta informalidad y la brecha de género limitan el desarrollo pleno del potencial humano.
En este Día del Trabajador, más que nunca, es necesario promover la formación continua, fortalecer políticas inclusivas y generar oportunidades sostenibles. Desde Pro Avance, reafirmamos nuestro compromiso con la educación como herramienta de transformación y equidad en el mundo del trabajo.